jueves, 30 de mayo de 2013

VIENTO Y AGUA

29 de mayo de 2013


Muy cerca de la capital leonesa, el entorno de Barrios de Nuestra Señora esconde un pequeño embalse (parece una lagunilla) alojado al fondo de unas laderas verdes, que enmarcan el azul del agua, haciendo ésta de agradecido y generoso espejo al cielo y la vegetación que lo circunda.

Hace algún tiempo ya...en muchos de esos días largos, afortunadamente interminables del verano, recorrí este lugar junto a mis hermanos; casi hasta caer la noche, mis padres nos dejaban jugar y merodear, bajo estrecha vigilancia, en lo que nosotros veíamos un mundo enorme, creyéndonos libres, buscando entre huecos misteriosos de árboles de brujas, con el calor de la tarde como cómplice que adormece y agota a los adultos...Buscábamos otros mundos. Miles, descubiertos cada día.

Algunos de esos mundos quedaron, como guardados por una mano invisible, en el cofre más recóndito y protegido de la memoria, para siempre, igual.

Volví varias veces,pocas,  después de superar la infancia...Unas veces la encontré seca; otras, no la encontré.

Está vez, una tarde cualquiera, de una primavera extraña, gélida, y no cualquiera; allí estaba. Exactamente igual. Inexplicablemente igual. Igual de verde e igual de azul de azul. Igual olía. Y, de la misma forma difusa  caía, ladeada y tímida, la luz de oro de las horas postreras de la tarde. 

Un mundo de flor y agua en el que, esta vez, sólo el todopoderoso viento del norte me hizo volver al ahora.


P.d. Gracias, Pedro. Ya sabes que mi brújula sólo funciona con truco...truco que olvidé














lunes, 27 de mayo de 2013

PRESENTACIÓN

27 de mayo de 2013


Se me dan mal las presentaciones y las despedidas. Así que, le cedo el privilego al mar.
El mar sonriente y los vientos nobles, ambos de los nortes. Distintos nortes que hacen vacilar una única punta de brújula, demasiado ambiciosa como para encontrarlos...aunque estén siempre
en "su" delante.

Intentaré que la temática principal de este blog sea la naturaleza, la montaña...., y un poquito de aquello que nunca se dice, sólo se escribe. Y andar la senda, hermosa e inútil, que busca los porqués.
Tengo, últimamente, la impresión de que esa senda conduce a ninguna parte.
Vayamos, pues.