HAL tiene un amigo nuevo. Se encontraron por casualidad en un rato de éstos, de estas tardes del principio de verano en que todo parece más quieto. Viajan juntos a través de los agujeros de gusano y curiosean los lugares distintos que se encuentran. Uno de esos mundos es un "recién nacido". Le han llamado INzERTEZA, en honor a la incertidumbre que inunda su universo, y para no olvidarse de que esa falta de seguridad malescrita que encontrarán cada segundo de sus vidas, será lo peor y lo mejor que les haya regalado lo que llaman destino.
Os invitan a pasaros de vez en cuando por allí, un mundo sólo de imágenes; extrañas o corrientes, mejores o peores, que importa...Un mundo "en pañales" dónde cada uno pueda interpretar lo que se encuentre en la forma que quiera. Y un escondite para Hal, al que su glotón amiguito, ávido de aventura, le conducirá a través de túneles inciertos. O más bien, inziertos.
Pedro y yo nos fuimos de ruta por los valles de la Comarca de Luna. Leí por ahí no hace mucho, que el antiguo ayuntamiento, cuando no existía el embalse, era un pueblo llamado Láncara de Luna. Me encantó este nombre. Entre recuerdos de tiempos que ya no existen, llegamos al crepúsculo por esas tierras, para recibir el solsticio de verano. Sendas que conducen a paraísos escondidos en las alturas, fuentes que brotan al abrigo de la peña, manadas de caballos en la línea del horizonte...Hicimos un total de doscientas setenta fotos; no muchas, engaña la cifra...Una buena parte movidas, otra parte quemadas, otras oscuras, algunos "expedientes X"....y otras tantas muy bonitas. De todas ellas, sólo dejo aquí ocho. Me costaba mucho seleccionarlas con la cabeza. Así que lo hice sin ella: tardé un instante. Para todos vosotros, que paséis un muy feliz verano. Yo estaré por aquí....si me dejan...
(Un beso, Thor; de verdad, no sé de qué forma, pero sigues estando...)
La primavera va gastándose en su transcurrir a tumbos; del calor al frío, de la risa al llanto, de la camiseta y la esperanza a quedarme de nuevo ensimismada con la luna. A su ritmo, va diseminando vida. Ahora allí, ahora más cerca. Según brame el viento, y tan allá como lleguen las nubes.
Hoy está pasando muy cerquita de la Tierra otro nómada, otro ser errante condenado a vagar con un rumbo sin sentido, para la eternidad. O eso espero. Que no se desvíe ni un poquito.
El asteroide llamado 2014 HQ124, una roca de 325 m de diámetro fue "descubierta" el 23 de abril, dirigiéndose a la Tierra a una velocidad, dicen, de 14 km/s.
Vértigo. El ir ir venir del tiempo a través de esos bucles sin estrategia produce el mismo vértigo. Todo se mueve, todo busca...quien sabe qué. Pero otra cosa. Todo parece que está bien, pero nada es suficiente.
Y que será que, a pesar de todo, seguimos haciéndolo. Aunque parezca que ya hemos llegado, que estamos quietos, que lo hemos encontrado...De pronto, en otra voltereta hacia ninguna parte, saltamos en el impulso cómplice del aire, siguiendo un anhelo.
Y ni en un millón de millones de años luz, dejaríamos de buscar.
De todas la preguntas que tengo para esa masa mineral viajera que llaman "La Bestia", me inquieta especialmente una : A pesar de lo que nos cuenten -bla bla bla- y conociendo tus dimensiones exactas, tu velocidad, tu trayectoria, tus vecinos, los vecinos más lejanos y los inalcanzables de por siempre jamás, tu peso, tus intenciones...... cómo es posible que no te hayan visto hasta el 23 de abriiiiil????? ....
Ay, que miedo damos. Más que tú. Buen viaje, "Bestia"!!!!
Si la semana pasada pensaba en los cambios, hoy, me ha dado por hacerlo en la permanencia. Hoy, el rey D. Juan Carlos ha anunciado su abdicación, a favor de su hijo D. Felipe de Borbón.
Que se va. Que allá nos vayan dando (esto es de libre interpretación, por supuesto).
Y así nos quedamos, interregno, dicen ( curiosa palabreja ), discutiendo, que si está perfecto, que si no...
Si la semana pasada viajaba con la imaginación por los mundos de las mutaciones y la transformación, hoy me sumerjo en el reino de lo estático, lo que se aferra, lo que dura y lo que siempre ha estado ahí.
Contrariamente a lo que solemos pensar ( no sé por qué) la naturaleza de forma general, es eminentemente conservadora. El ADN, ese hilillo que ha bordado como una mamá paciente que guarda algún secreto, la información de lo que somos, es muy estable. Yo no sé el motivo. Pero creo que en nuestro mundo, nuestra esencia, lo que nos rodea y nosotros mismos, hay una fortísima tendencia a conservar. Sobre todo, la información. Incluso aquella que llamaron "ADN basura" (que parecer ser ahora que no lo es tanto), se ha conservado a lo largo del tiempo de manera sorprendentemente intacta (es decir, que cuando nos llaman gusanos, no van tan desencaminados).
De forma que, al final, casi nada es para tirar. Y, sin embargo, dentro de todo este barullo de cosas que no son para guardar, las que se expresan, las que se usan, las que sirven y las que evolucionan, son las poquitas que han cambiado. Las ínfimas mutaciones de las que hablaba el otro día dan lugar, en un mundo establecido, a cambios brutales. A otras especies. Y a otros mundos.
Castillo de Valencia de Don Juan
Desde abajo, los muros del castillo parecen inexpugnables. Inabarcables, me hacen sentir muy pequeña. Y muy lejos.
Catedral de León
Miras esas cosas que llevan ahí cientos y cientos de años en pie...
Seguimos alimentándonos de lo que nos da la tierra; siempre agradecida, siempre ahí, aunque nunca sea nuestra...
La luz y el agua que las nutre son las mismas desde entonces...Desde hace millones de años. El pan sigue siendo pan; imprescindible, bueno, y mejor si eres tú mismo quien lo haces...
Y el fuego...Al atardecer, nos fuimos agrupando en círculo alrededor suyo. Se nos olvidó la tele, y el trabajo, y mañana importaba menos. Alrededor de la hoguera nadie miró el móvil. Entre la penumbra, las palabras empezaron a escucharse entre sí. El tiempo se hizo elástico, ya no teníamos nada que hacer ni existía lugar donde urgiera ir. El calor hacía que permanecieras a su lado, atrapada la mirada en su naranja inalcanzable para el pintor, y los sentidos calmados por el olor de la leña y el sonido del crepitar rítmico. Sentí que casi nada había cambiado; o más bien, que algunas cosas que creíamos perdidas, siguen ahí....Por si acaso.
P.D. El vídeo es para tí...sí, no mires a los lados, que eres tú, Adra...ja ja. creo que te gusta un poco este chico...
