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Ermita del Buen Suceso 18 Enero 2015 |
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Ermita del Buen Suceso 18 Enero 2015 |
Hace setenta inviernos ya que mi madre hizo su primera comunión en esta bonita ermita del valle de Gordón leonés. Cómo pasa el tiempo. Me cuenta que fueron en el carro del panadero, que se juntaron todos los niños de las comarcas de Gordón y de Alba de esas edades, y que el Obispo de León fue a realizar el oficio.
Hoy, atrapada entre la carretera nacional que une León con Asturias por el Puerto de Pajares, y las vías del ferrocarril, luce así de bonita. Ni tan nevada cómo anunciaron "a bombo y platillo" en los medios de comunicación que ocurriría, pero mucho más linda de lo que yo esperaba.
Antes, dice mi madre, nevaba mucho más. Y también se caminaba mucho más por la nieve. Porque, en definitiva...no había otra que caminar. Hacer huella, como decimos ahora, por el manto blanco y frío que cubre por un tiempo las miserias del mundo. Porque cuando nieva, todo suena de otra forma. Los que os hayáis entretenido en escuchar la nieve, lo sabréis (aparte de saber que dicen que se puede curar). Parece silenciosa...pero no; simplemente, no hace ruido. Cuenta historias curiosas, de otros tiempos, de otros lados.
Nadie sabe porqué, pero los copos relucientes y su danza incomprensible y única alivian heridas, apagan voces, bajan manos y espadas. Quizás, aunque sólo sea un momento, nos hacen mejores.
Pensarán los que sepan de sus andanzas y peligros que tal idea romántica de la nieve no es verdadera ni justa...Es cierto. Pero no es menos cierto que cualquier ser humano, sea quien sea, se parará en su camino y levantará sus ojos para contemplar los primeros copos caer. Sentirá algo en su corazón. Y extenderá su mano cuando nadie le vea, para atrapar un segundo el beso más frío y más puro que le regala el cielo, como quien añora una promesa que sí se cumplirá.
Un beso a todos:)