jueves, 19 de mayo de 2016

CONVERSACIONES DE MAYO




En realidad en mayo la vida, sin aditivos,  gana el pulso, no da tiempo a la reflexión, ni a la conversación ; o eres o te quedas, o germinas o no; debes decidir, y ser rápida al hacerlo. Oí que la primavera inquiría a estas flores: ¿por qué queréis vivir?....Hace viento, llueve, vuelve a hacer viento, si sale el sol abrasa. Hay torrentes atronadores y el terreno se desliza como un alud asesino sobre vuestras cabecitas de papel. Nada es seguro, y nunca lo será.
Después será aún peor. El verano, la sequía, y por fin la noche del invierno helado abrazará vuestras tumbas de desvanecidos colores. Vuestras descendientes serán distintas, aunque albergáis la fantasía de ser vosotras. Quizás ni siquiera lleguen a sobrevivir.
Dadme cada una vuestra razón para estar aquí hoy, y os será concedido el alba siguiente.

El viento y el silencio bordan su representación teatral;  después hablaron las flores.


Mi razón es la nieve, mi amada me trajo y estaré a su lado hasta el final.




Mi razón es que debo vivir porque aún no he muerto (ahogada)





La mía es la luz






Mía, la belleza






Busco la armonía





Yo seré el color que cada uno desee





Yo soy El Rojo; no pienso perderme las elecciones de Junio












Yo no soy una flor, querida primavera...
 Y estoy aquí desde el invierno. ...le conozco.
Temo todos los albas, y ninguno...
 Ni me interesan los motivos para la vida.... sino la vida sin motivos















domingo, 8 de mayo de 2016

TRAS LOS CRISTALES










Los vecinos de mi madre reformaron su jardín, a su gusto como es natural, y un nidito de mirlos que había entre las tejas escondidas en una antigua y enorme hiedra, se fue a tomar por saco, junto con la hiedra. Yo me pillé un rebote monumental, sin ton ni son, según mi madre, pues los vecinos, los pobres, jóvenes, nuevos, también tenían derecho a reformar su nido que para eso lo pagaron. Si hombre!! ¿sin preguntar a los mirlos? Que estaban antes que ellos...inconcebible. 
El caso es que los mirlos ya tienen nido nuevo, en el jardín de al lado. Del otro lado. Al nuestro sólo vienen a picar las cerezas cuando salen, cosa que fastidia bastante a las cerezas y a algunas personas, no a mí que me empeño en defenderles a contracorriente.Y sin ton ni son, lo sé. Pero con razón de ser. Cerezas comemos de sobra.
En la foto aparece uno de los papás, de hace un mes o así; se la hice tras los cristales, así que no sé si se ve bien del todo. Hoy día están felices y contentos, esperando "como agua de mayo" a que crezcan las cerezas. Cada día se parecen más a sus primos lo mirlos acuáticos. Y yo, cada día, me arrepiento un poquito de haberle danzado tan bien a los dioses de la lluvia. Porque no para de caer agua. Y ya empieza a dar que pensar.

P.D. Tejón...ves? Siempre vuelven, y aunque no sean aquellos, sus nuevos trinos nos vuelven a iluminar las mañanas de la primavera:)