El rocío de las mañanas se transformó en escarcha. Todo se
congeló, excepto la luz. Y la luz descongelaba el tiempo, que obligaba al día a despertarse.
Lyn madrugaba más que el día, y más que la luz. Él aún
dormía. Se quedó mirándole un rato pensando si soñaría, y en qué. Había visto cómo sus brazos tumbaron sin
piedad las columnas del templo, ahora lejano
; sus ojos fueron testigos del metal doblándose sumiso entre la punta de sus
dedos. Había contemplado en la distancia su ira en la batalla. Era probable que
ni siquiera soñara. Pero parecía que sí. Mirando aquella sonrisa liviana, el
mechón de cabello resbalando de puntillas en la mejilla, su respiración limpia
y pausada, en armonía perfecta con el viento, parecía que soñaba con lo mismo
que ella…
Ella, soñaba casi siempre con el mar. Sus sueños eran
azules, dorados a veces. Eran blancos y rugían; o se acostaban en la arena
templada y la envolvían como el vientre de una madre. Sus sueños galopaban sobre su caballo de espuma. Y sonaban a agua,
olían a sal y a piedra mojada, y a los mil aromas de las flores extrañas del
acantilado.
El reflejo naranja del fuego se regocijaba en una danza
hipnótica sobre su rostro. Así, cómo la única espectadora de una función
irrepetible, se quedó un rato más. Mucho rato más. Su cuerpo no quería moverse,
imitando la pereza del día. Se entristeció un momento pensando si él no podría
volver a soñar nunca. Decían en los pueblos que los locos no soñaban. Y lo
decían en los caminos, en las posadas y en los templos. Pero él le había dicho
que sí; y que los locos eran ellos. Que él, soñaba siempre, incluso despierto.
Y le creyó.
Se levantó al fin, despacio. Las piernas, tan largas,
estorbaban siempre si se tenía su ímpetu. Se enredaban en detalles, como si no
quisieran irse. Tenía que despertarle. Tenían que irse, encontrar el camino que les llevaría hasta el
mar. Miró el fuego, seguía danzando sólo para ella. Y se entretuvo demasiado
recogiendo los enseres, esquivando el viento helado, preparando su caballo, descifrando
el tiempo que faltaba en las estrellas que quedaban…
M.D.G.R.
Perdón si tardé, estoy en "sin ideas", me hecho vaga y estoy intentando hacerme irresponsable.
Muchos besos
Yo creo que no tienes que disculparte si la recompensa es la de hoy.
ResponderEliminarSi eres así cuando eres vaga e irresponsable, me gustas así. Por favor, no te perfecciones.
Seguiré tu consejo, voy a tomar el camino a la imperfección (a ser libreee, Mª Jesús, yupiii)
EliminarTú también me gustas así...lo sabes:)
Un beso enormeeeee
Merece la pena esperarte si nos brindas estos bellos textos cuando buenamente puedes y quieres hacerlo.
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Sí, esperadme por favor, que sois maravillosos, y estoy un pelín lenta últimamente.
EliminarUn beso maripaz!!!
Así me gusta, que seas bien mandada :D
ResponderEliminarMe gusta el texto pero ¡Me encantan las fotos! Son preciosas las dos. Vale que los caballos siempre son muy agradecidos, pero en ésta has arriesgado y has conseguido una imagen que dice más de lo que es.
Un abrazo, Moni. Tómatelo con calma, hay veces que todo surge solo y otras en la que todo es más complicado
J ja jajaj, has visto? Decirlo tú y tacháaan :D
EliminarEse caballo es la monda. Es de un vecino, cada vez que me ve, aún de lejos, se pone como loco, a trotar y hacer piruetas. Me gustaría tenerlo más cerca, me encantan los caballos. No sé porqué, pero me gustó esa foto.
Muchas gracias:) ...estoy deseando ver la peli, ya te diré...
Un abrazo fuerte Xibeliuss!
ResponderEliminarDa igual lo que tardes si cuando vuelves vienes con dos buenas fotos... que te hubieran dado para dos posts...
Me encanta la primera. Atrapar la niebla es como las siete y media... ni se me pase ni se me quede... Y te has plantado en el punto justo.
· un beso
· LMA · & · CR ·
Si es que no espabilo ñoco, es verdad, podría haber cubierto dos semanas, je je
EliminarMe he animado ñoco, que buena gente de verdad:)
Un beso muy grande
La idea de hacerse irresponsable me gusta, me apunto a ella. Perezosa es una buena idea pero ¿sin ideas? ¿y esa niebla? ya quisiera yo estar así como tú, sin ideas. Y la del caballo también es estupenda así qué ¿tas borrasha? no des envidia a los demás.
ResponderEliminarSalu2
Si, si...esa irresponsabilidad, en el punto justo, ummhhh; yo sí que envidio a quien sabe manejarla:)
EliminarMuchas gracias Juan Carlos, tú no tienes nada que envidiar, ya lo creo que no:)
Un abrazo grande!
Preciosas las dos, Moni.
ResponderEliminarNada de guardarte nada para la semana que viene: irresponsable, sí, como una cigarra y hasta las últimas consecuencias, jajaja
Saludos
(llevo una mañano horrible con los comentarios, así que no sé si éste va duplicado)
J ajaja pues yo también, no sé que pasa con el internete, pero me está cabreandito ya...je je
EliminarMuchas gracias Dani, no se ha duplicado, está perfecto...
Un fuerte abrazo:)
Si a esto le llamas estar sin ideas....que será cuando las tengas?
ResponderEliminarMe parece una entrada muy elaborada tanto en texto como en imágenes.
Besos
Porque tú me ves con buenos ojos Antonia...El texto está más elaborado que las fotos. Pero casi nada de lo que escribo me gusta del todo después de haberlo escrito...Muchas gracias:)
EliminarUn beso muy fuerte
Con la primera foto y viendo la niebla y la morrina que cae fuera, me dan ganas de salir a la calle por ver si consigo atrapar esa niebla cómo tú lo has hecho.
ResponderEliminarMejor lo dejo y sigo soñando.
Un abrazo,Monica.
Y ahora un cuento de Jaimito.
Pues estaba Jaimito en la escuela y le preguntó la maestra por las propiedades del amoníaco.Jaimito dijo que era un gas y un liquido que olía muy bien.
Ordena la maestra traer una botella de amoníaco y se la pone en la nariz a Jaimito y, dice este: "pues a mi me gusta"
Jaimito no limpiaba los azulejos de la cocina, ni los p***tos cristales, está claro
Eliminar:P
j Jajjajjjaja y yo aquí, toda la tarde pensando como una loca...en sentido literal, además:)
EliminarEstais locos!!! No limpieis con amoniaco, es muy peligroso, pero mucho, esto es verdad...desde luego, vaya panda;)
Un abrazo enorme, enorme, Jesús:)
Ay Moni, me encanta la primera foto, la segunda también, pero la primera...
ResponderEliminarTú nunca estás sin ideas, no seas mentirosa
Un beso
No me refiero a esas ideas, jajjjjejj..y ya sabes que sí soy mentirosa (aunque poco, muy poco, y aquí, no;)
EliminarPues a la primera foto le hice algunas injurias con el fotosó. Creo que estaba mejor antes..ja ja ja
Un beso muy grande Adra.
Perfeccioná tu irresponsabilidad. por favor.
ResponderEliminarMe voy a poner a ello, y tengo muchos deberes pendientes ...espero conseguirlo Darío:)
EliminarUn beso
No importa que tardes si vuelves así!!
ResponderEliminarA mi me encanta la segunda, me imagino a esa belleza descubriendo a lo lejos los azules, verdes y dorados del mar. Seguiremos soñando;))
Un beso
Me la llevo a G+
EliminarA mí también me gusta el caballito blanco, encantada de que te la lleves a G+, que por cierto ahora mismo no lo encuentro, no sé si estoy boba, o estoy boba:)
EliminarUn beso enorme Laura, muchas gracias!
Pues tu tardanza mereció la pena... me quedo esperando a los puntos suspensivos. Las fotografías son preciosas. La niebla es algo increíble, consigue transformar el paisaje. Ah y mi me pasa a veces me vuelvo vago y tardón, las ideas no vienen y hay que esperar.... llegan, si. Saludos.
ResponderEliminar...ya veremos si los puntos suspensivos quedan así, o llevan a alguna parte, como estoy de secano:)
EliminarMuchas gracias Carlos, un beso
Guapas las dos, pero ese caballo sacando su cabeza entre las matorralles, es magnifica!!! Bien vista,Moni.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Jordi:))
ResponderEliminarUn abrazo!!