LAS FOTOS

Llevo una temporada reflexionando acerca de esto de las fotos. ¿Por qué?...que preguntaría alguien curioso, o un psicólogo. Creo que nadie más preguntaría por qué.
Al psicólogo le contestaría que porque me da la gana, porque me apetece, soy así, y no tengo otra cosa mejor que hacer.
Al curioso le contaría otras cosas. Por ejemplo...Porque me gusta hacer fotos. Porque reflexionar sobre las fotos, es reflexionar sobre el tiempo; sobre que deprisa pasa, sobre que poco se vive y cuanto cansa (a veces) sin embargo. Porque me gusta ver fotos que cuentan historias, porque me gustan las historias, y los cuentos. Y, como ahora leo menos libros, pues leo más fotos.

Y, sobre todo, porque estuve hace unas semanas mirando mis álbumes de fotos. Imprimo las que más me gustan, y las guardo así, en papel. Cambian mucho. Dentro de las que guardo y más me gustan, hay dos clases. Las correctas o pasables....y las otras. Y son "las otras" mis preferidas por goleada. Esas sacadas en el momento, ese momento justo, porque no va a haber otro igual jamás. No está medida la exposición, ni cumple la (odiosa y absurda) regla de los tercios, ni ninguna otra regla (porque, ¿quién pone las reglas?.....¿quién vigila al vigilante?...) Ni tiene corregida la profundidad de campo, el fondo es un fiasco porque es el que había, no hay paralelismo, pero sí halos, zonas subexpuestas, también sobreexpuestas, negros imposibles y algún quemado, por qué no. Y son tan hermosas...tan únicas, tan mías y tan reveladoras de lo que es un instante de las vidas, de lo que es una imagen.

Una vez discrepaba Mª Jesús (Paradela) conmigo sobre si valía más una imagen o mil palabras; yo le doy un enorme valor a las palabras, por muchos motivos que no vienen al caso;  pero ella me dijo que , a veces, sin imagen, no hay palabras. No hay nada. Y me hizo pensar. Como siempre.

Hojeando las fotos de esos álbumes aprendo mucho más de fotografía que con cursos exprés por la red, consejos del tipo "haz tal o cual en diez pasos"...o siguiendo todas esas normas y técnicas tan ortodoxas desde mi punto de vista, que por lo visto se han impuesto en el mundo de los aficionados a la fotografía. Aprendo que no hay técnicas en muchos casos, sólo dinero para tener buenos equipos.  Y gente que trabaja muchísimo, que sí es profesional, y jamás es reconocida por...lo que sea.
A mí me importa bien poco la técnica, creo que es evidente para los que me soléis leer. Quizás un día me importe, ni lo menosprecio ni lo descarto. Pero hoy por hoy, no tiene nada que ver con mi intención. Hago o deshago en función de lo que sentí. Para compartir y comunicar, nada más.
Y lo que sentí, no puedo dilatarlo en el tiempo para corregirlo; es rápido y visceral. No puedo calibrar sus parámetros, porque no los tiene,, y cuando lo he hecho, la imagen ha quedado más bonita, posiblemente, pero no para mí, pues no era eso lo que percibí, ni lo que olí, ni lo que rocé, ni lo que pasó.

El otro día hice esta especie de autorretrato de forma espontánea en un lugar en que hacía mucho tiempo que no estaba. La luz era esa, dorada y difusa, entrando por las ventanas. El espejo estaba así, sucio. Bien sucio. La foto de Chaplin, torcida. Y yo algo despeinada, y sorprendida por la imagen que devolvía el espejo de mi misma. Mirando con nostalgia aquella tarjeta que alguien pegó torcida con cuatro "celos" hace tiempo. Y sonreí, y disparé.

Le enseñé la foto a Pedro..."buff, ese espejo está hecho un asquito...y eso torcido, y tal...y cual, me dijo, para ayudarme, confío en él y su incorruptible sinceridad.
Ya, y qué? pero te gusta, o no? Yo insisto siempre, jaja..Y me respondió al final un sí compasivo y amable, con la boca pequeña.

Pensé en repetirla, pero con todo bien limpito, en su sitio, peinarme, enderezar el "poster", encuadrar y enfocar mejor, o enfocar al menos, y controlar la luz...El paralelismo y esas cosas extrañas que dicen en los foros y en los manuales que no me he leído, no, eso ya si que no.
Pero no lo hice. La dejé así, y así la publico; hecha un fiasco, un trullo, un desastre técnico que espantaría al más heterodoxo, benévolo y novato de nikonistas....Porque ese era el momento que era, y era por algo, por todo, y por nada.

Brindo hoy por esas otras fotos que guardamos, que no enseñamos en masa porque a nadie le importan, o porque no queremos que le importe a nadie. Son , con todas sus imperfecciones y defectos, el motor que nos lleva a hacer una foto. Correcta, perfecta, que nos encante contemplar. Son, esencialmente esas otras fotos, las que nos hacen fotógrafos, cazadores de instantes, guardianes de recuerdos, y enamorados de la vida. Las que no juzgamos, porque están por encima del juicio, porque no se hacen para ser mostradas....sino para no morir jamás. Si eso, fuera posible.

El tema musical hoy es uno de mis favoritos, nunca dedico, pero hoy sí.
Para tí Marcos, que no me lees, jejje, pero me enseñaste a tocarlo delante de ese espejo, antaño impecable. A tí, Cris, que haces los coros como los ángeles afónicos, pero ángeles al fin y al cabo. A tí, Pedro...por decirme la verdad, pero sobre todo por mentirme después de verme la cara. Y a tí, Mª Jesús; porque a veces sin imagen, no hay nada: yo guardo la tuya.

Y a todos los que amáis la fotografía y, bueno, también las palabras un poquito:)
Besiños