De todos los que había, viniste tú a mi lado. Y te quedaste tan cerca, susurrando a mi oído cómo roza el mar la arena, y la levanta en montañas si se enfada.
Veremos juntos todos los arcoíris, y todos sus colores se reflejarán en el pálido ocre de tu faz. A las estrellas gritaremos, como locos que podremos ser al fin, que somos dos.
Y los senderos que habíamos soñado, intuyendo tan lejos las flores de sus veredas, aparecerán de pronto a nuestros pies, sin cierres, ni normas, ni cadenas. Y guiarán los pasos perdidos hacia las luces de un alba no estrenado.
Y fue un momento feliz, frente a su imagen. Momento eterno y virtual, en el que amó.
Caramba, qué preciosidades.
ResponderEliminarPreciosidades las tuyas, Mª Jesús. Yo divago un poco..je je
Eliminar:)
ResponderEliminarAyns....que rebonico
Tú sí que eres bonica...bonita, más bien. Vino mi hermano a verme y le encantaron tus "vinagreras voladoras", aunque tuve que insistirle en que estabas casada....ja ja ja, Besotes
EliminarAguante el amorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!! Me encanta!!! Un abrazo.
ResponderEliminarDarío, encantada de que te encante; quizá sí, el amor nos obligue a aguantarnos unos a otros...como para no cogerle "manía"...
EliminarUn abrazo!!