Antes de mi y de todo mi mundo, un hombre habitó esta tierra que ahora es mía. Pienso en él cuando miro sus restos, como ahora, los que aún quedan repartidos por las esquinas dónde, de momento, menos molestan. Los restos de su arado, los restos de sus ropas, los restos de algunos sacos dónde guardaba el grano. Los muros de tapial y piedra que hizo con sus manos y cobijaron a palomas, a bueyes, a mujeres. Y a sus hijos.
Sus hijos y los hijos de sus hijos, que hoy no están aquí. Sólo, sola, yo. Una intrusa en la memoria de ese hombre. Una vida extraña en mi memoria.
Y ésta, la que hoy piso, era su tierra. La que hoy es mía, la que hoy siembro, riego, amo, defiendo o invento, la que escribo...en aquella vida suya, la sembró, regó, defendió él.
Muchos me han hablado de aquel hombre, yo no le conocí, ni él me conoció. Porque todo pasó mucho antes de mi, y mucho antes de todo. Murió joven. De repente, un día se encontró mal; y se fue.Todo quedó a medias. Sin una despedida ni una conclusión, ni finales ni respuestas.Todo se paró menos el mundo. Las palomas siguen desde entonces cada año renovando su estirpe en el palomar que él levantó con sus manos. Los rosales que plantó a sus pies siguen llenándose de fragancia y colores cada primavera. El musgo que tapiza los huecos que desprecian el resto de las flores adquiere un tono verde muy intenso con las primeras lluvias de estos octubres que ahora me pertenecen.
Y yo, una extranjera, otra en la tierra de uno, sigo regando esos rosales. Veo correr el agua y colarse entre las grietas de la tierra roja mientras pienso en la hoguera en que arderán los ahora despojos que aún quedan de ese hombre, qué clase de fuego hará desaparecer sus huellas, qué forma tendrá la nube de cenizas de su rastro. Qué clase de viento las llevará, ese día, y hacia dónde. Quizás al mismo lugar dónde, algún día, algún otro viento parecido lleve las mías.
Ni que decir que la foto de las amapolas -mis preferidas- ya me han enganchado. Hermoso texto reflexivo en recuerdo de aquel primer dueño de este trozo de tierra que te pertenece. Es hermoso recordar a aquellos que nos precedieron, que nunca conocimos pero dejaron sus pisadas y huellas. Me ha gustado recorrer su recuerdo contigo.🧡
ResponderEliminarMuchísimas gracias, mi querida princesa....también son de mis preferidas, las amapolas...rojas y libres;)
EliminarUn besazo!
Marabillosa foto y ese relato me hace recordar algunas cosas...
ResponderEliminarYa lo sé....por eso lo escribí. :D
Eliminar...besos....
Vaya entrada Mónica, la foto es una pasada, belleza en estado puro y ese texto una preciosidad que te llega a lo más hondo.
ResponderEliminarBob Dylan es lo más, pero tu texto musicado...
Un abrazo amiga
Muchísimas gracias, Fernando, bueno, Dylan e iba bien en esta ocasión:)
EliminarUn gran abrazo
·.
ResponderEliminarHoy, ese hombre revive en tus palabras, en tus pensamiento, en lo que sientes y nos transmites.
Ojalá todos contemos con una Mónica que, aunque sea por unos momentos, nos devuelva a la vida cuando la vida nos haya abandonado.
Poeta... sigue escribiendo.
Un beso
.·
LMA · & · CR
Gracias alfonso, un beso!!
EliminarBuen homenaje se merece ese hombre. En su poca vida trabajó para que esas tierras se conservaran en su justa belleza . Aportaba su duro trabajo y las tierras respondieron a sus cuidados dándo sus mejores frutos. Era consciente que solamente era su administrador y quería dejar a las generaciones que vinieran detrás, unas tierras tratadas con especial cuidado y cariño . Ahora sus frutos lo cosechan otros , ellos han sabido mirar atrás para seguir ese camino emprendido por su antepasado.
ResponderEliminarEsperemos que las generaciones futuras sigan amando la Naturaleza
Besos
Esperemos, Antonia...Muchas gracias, un besazo!
EliminarDicen que uno no muere mientras haya alguien que se acuerde de él (o algo así)...
ResponderEliminartus palabras lo demuestran de una forma bonita y entrañable...
La foto espectacular
un gran abrazo
Gracias, Esmeralda, ojalá...
EliminarUn beso!!
Mientras se mantenga en la memoria el recuerdo de una persona nunca morirá, sus huellas y sus restos forman parte de la tierra, del entorno y de la memoria de las gentes, como también nos pasará a los demás.
ResponderEliminarUn texto magnífico. Un saludo.
Muchísimas gracias, un fuerte abrazo!!
EliminarToda una belleza de imagen, y de palabras... Buen trabajo
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, amigo!!
EliminarUn abrazo
La fotografía es preciosa. El encuadre, la hora, tu intención, perfecta! Así eres, así vas por la vida, así pisas tierras en propiedad, que puede que ayer fuesen de otro. Si es que hay algo que realmente sea nuestro. Porque ¿dónde fue la "propiedad" de aquél?
ResponderEliminarUn texto entretenido... Y que se ve que te ha mantenido entretenida a ti también. :))))))
Y sobre ese lugar por venir... ¡ni preocupar!
Abrazos Moni.
No tenía intención, Ernesto. Me sale del alma.
EliminarEntretenido...ya veo que lo leíste :D
Ni preocupar por nada, no lo dudes ni un segundo!!
Me voy unos días y cuando vuelvo...mira lo que me encuentro.
ResponderEliminarQuiero aterrizar en esa tierra.
Un beso.
Pues no está muy para aterrizar, no te la recomiendo para aterrizar...mejor más llanita. Muchas gracias, tejón, dos besazos!!
EliminarEse hombre sigue y seguirá siempre vivo en esa tierra suya y a la vez tuya Monica mientras tú, intrusa en su tierra sigas recordándolo. Como nos gustaría tener a alguién que nos regara los rosales cuando no estemos.
ResponderEliminarEmocionan tus letras.
Un beso.
Gracias , Laura; gracias desde el corazón:)
EliminarUn beso
Mi querida estas en romance con vos tus letras tu arte
ResponderEliminarTodo lo tuyo me gusta
y sin conocerte siempre me caiste bien
Porque sos clara linda decente buena
me gustas
un beso y miles de abrazos
poeta del arte y del amor
Vaya...que cantidad de piropos agradables, así sí...jejejMucha gracias, amiga;me los quedo y me los creo, y los guardo también.
EliminarVos también sos bella y buena, un abrazo enorme y un beso-desde el frío-
Una foto maravillosa
ResponderEliminarMuchas gracias!!
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